Pues va ser que no

Tenia previsto volver mañana miércoles a Vitoria, pero como lo dice muy bien la publicidad de Digital+, va ser que no.

Parece que los Dioses la tienen jurado conmigo, cada vez que tengo previsto un desplazamiento, los elementos se juntan para hacerme la vida imposible.

Vitoria está debajo el hielo y las carreteras son más bien inseguras. No pasa nada, seguiré aquí un poco más, con la agradable compañía de mis padres, de mis libros y de mi conexión wi-fi clandestina.

He empezado Ángeles y Demonios, la opera prima de Dan Brown, dicen que es mejor que El Código Da Vinci, pero que no tuvo la campaña de marketing que se merecio. Ya os contaré.

Mientras tanto, aquí estoy, en una habitación sin muebles ni calefacción, con mi portátil sobre las piernas, aprovechándome del ancho de banda de un vecino que desconozco y que, suerte la mía, desconoce que se pueden (y deben) bloquear los routers inalámbricos.

No quiero terminar este post sin comentar el nacimiento del blog de otro amigo mio, Eduardo (a.k.a. Wazzu), con el Diario de un loco. Comentarista esporádico de RicPlan, estoy seguro que a partir de ahora sabrá canalizar su mala leche para el deleite de todos nosotros.