El hombre de los dados

dadosHace algo más de un año me leí un estupendo libro de Luke Rhineheart que se llama el El hombre de los dados. Postula la tesis que para salir del tedio y darle aleatoriedad (y excitación, novedad) a la vida hay que tomar todas las decisiones de acuerdo a lo que dicten los dados. Y por supuesto siempre hay que dar opciones a que salga la alternativa que menos nos apetece. Al menos con igualdad de probabilidades. ¿Invito a cenar a la secretaria del jefe esta noche? Si sale par la llevo, impar ceno solo en casa. ¿Qué hago esta tarde? Si sale un 1 o un 2 me voy a investigar para la tesis, un 3 o un 4 me voy al bingo, un 5 o un 6 llamo a la chica que me dio ayer su teléfono.

Esto que parece bastante trivial se puede complicar a medida que las decisiones son mas importante o que decidimos darle más profundidad a las alternativas: ¿Qué voy a hacer el próximo mes? Si sale un 1 me despido y me voy a Ibiza, un 2 me dedico a trabajar como una mula para conseguir ascender, un 3 me tomo la baja médica por un acceso de malaria y me dedico a leer libros de filosofía oriental, un 4 la llamo (a ella) y la la invito a las vacaciones de sus sueños, un 5 las llamo a todas y me llevo a la primera que acepte venirse conmigo de vacaciones, un 6 no me cojo vacaciones y los fines de semana me busco un empleo como cortador de césped. Puede haber tantas alternativas como imaginación tengamos.

El libro es un poco sobrado al final pero el concepto me pareció muy interesante y reconozco haberlo puesto en práctica varias veces (siempre hay que llevar unos dados en el coche). Y por lo general me ha ayudado. Muchas otras veces he tirado los dados y no les he hecho caso y me he arrepentido. Los dados son sabios. Voy a tirar los dados. Que sea lo que el Dado quiera.