En principio, no debería influenciarnos mucho la cara que cada día nos suelta las malas noticias. Pero como siempre, hay matices, como en todo lo que nos rodea. (Y sino que se lo pregunten al Príncipe)
Mi amigo Jorge me hace llegar un documento gráfico muy interesante que no puedo dejar de mencionar.
A los informadores, solo les pedimos que sean equitativos, justos, veraces y creíbles. Que nos informen bien es un derecho que tenemos como espectadores. Que sean guapos, altos, atractivos y yo que sé más, debería darnos igual. Pero que quieren que os diga, entre Fernando Olmeda y Melissa Theuriau, me quedo con la francesita.
