Carlos lo deja, nos abandona, y esta vez va en serio. Es una noticia que me entristece, de verdad.
Cansado de su blog, ha tomado la decisión de cerrar Superporcel, una de mis bitácoras amigas
.
A veces esto de llevar un blog se hace cuesta arriba y es cierto que a veces te preguntas ¿y para qué?. Pero al final, te emociona cuando la gente te lee, cuando reacciona a tus escritos, a tus ideas. Es algo bonito.
De momento Carlos tira la toalla, pero seguro que vuelve con otro proyecto.
Suerte tío.