Que todos los problemas sean estos pero…

Llevo unos días barruntando el cambio de coche que tendré que hacer cuando llegue el tercer retoño y, la verdad, el tema está complicado.

Tengo la suerte de no tener que hacer frente al desembolso del capitalazo que cuesta un coche hoy en día, pero aún así, las opciones disponibles no son nada apetecibles. Me explico: Necesito poder poner 3 sillas infantiles en el asiento trasero.

¿Opciones?:

  • Un todo terreno o todo camino.
  • Un mongovolumen
  • Una Ford Transit o similar 😀

Yo, que siempre me he sentido identificado con el eslogan de la famosa marca bávara («¿Te gusta conducir?»), me encuentro ahora con que, a pesar de existir coches que en teoría deberían ser capaces de albergar tres sillitas sin problemas (es cuestión de anchura)… al final resulta que pinchan. ¿Por qué?… por la forma del respaldo trasero, que hace que no se puedan pegar las sillas laterales a las puertas, con lo que el espacio disponible es, a la postre, bastante menor del teórico. Así que me veo forzado, casi sin remedio, a meterme en un coche que no me gusta y que, probablemente, no satisfaga en absoluto mis inquietudes automovilísticas.

Así que me pregunto, igual que hay chotrocientos millones de «extras», algunos más inútiles por cierto que el cenicero de una moto… ¿no sería rentable el incluir uno que permitiese montar un respaldo trasero plano para estos menesteres? ¿Por qué tengo que comprar un SUV (con lo anti-ecológicos que son, por cierto 😀 ) o un mongovolúmen, si con un simple familiar podría apañarme?

Y luego se queja el gobierno de que la natalidad es baja… hay que jo*erse 😀

En fin, lanzo la pregunta al aire 😉